INTRIGA Y HUMOR
Javier González Soler. La Opinión de Murcia, jueves, 24 de enero de 2008
Quizá no tan espectacular con en los grandes núcleos urbanos, pero también otras localidades de la Región ofrecen una programación cultural solvente que crece en cantidad y calidad de actividades. En el Noroeste, Bullas empieza a apostar por las Artes Escénicas y ha programado diversos espectáculos para este trimestre.
Empezó esta programación con paso firme, nada menos que con el estreno del último espectáculo de Alquibla Teatro en coproducción con Producciones Escudero. “75 PUÑALADAS” del joven dramaturgo argentino Martín Giner.
Martín Giner (Buenos Aires, 1975) pese a su juventud ha estrenado con éxito más de seis obras en Argentina, y algunas en Madrid caracterizadas por su humor inteligente y fresco. “75 Puñaladas” es una comedia policíaca que, según el propio autor, respeta las reglas de las novelas de misterio de cuarto cerrado. Es cierto, viéndola parece una comedia inglesa de intriga a lo Agatha Christie, con cierto sabor a “La Huella” de Anthony Shaffer – tan sabiamente dirigida por Mankiewicz y tan torpemente mancillada recientemente por Branagh – por lo que tiene de duelo de interpretes.
Antonio Saura en su puesta en escena ha destacado este espíritu de novela policíaca casi “clásica” ambientándola al estilo de las obras británicas. Empezando por el espacio escénico que reconstruye un estudio en una casa de campo, con mobiliario victoriano y vestuario formal del SXX. Todos estos detalles están muy cuidados, lo que da un acabado que muestra la seriedad de la producción. La buena iluminación vuelve a ser la rúbrica que Saura pone en sus montajes. No parece ser una comedia complicada para su puesta en escena, aún así se ve la mano del director que ha sabido dotar la escena del movimiento y el ritmo que le impide caer en la monotonía, pues es esta una amenaza constante en una obra para dos personajes.
Citábamos “La Huella” por ser esta obra un referente en las comedias de dos personajes, como “El veneno del Teatro”. Casi todas estas piezas el diálogo se convierte en un verdadero duelo entre los dos personajes y -¿por qué no?- también de forma sana y pacífica entre los dos actores. Y es que, no obstante, se encuentran sobre el escenario dos de los actores más reconocidos de la región: Enrique Escudero y Pedro Segura, cartageneros ambos, los dos con dilatada experiencia sobre los escenarios y ante las cámaras dentro y fuera de los límites de la Región. Un lujo de reparto que responde con la solvencia que de ellos se esperaba. Pedro Segura interpreta a un inspector un tanto excéntrico, tirando a idiota, que esconde una sorpresa, compone su personaje de forma que potencia el lado cómico del mismo. Por su parte, Enrique Escudero compone al típico mayordomo de las novelas y comedias de intriga, y aporta con su interpretación gran parte del misterio, lógicamente también esconde su sorpresa que inevitablemente nos lleva a concluir que nada es lo que parece, pero no desvelaremos nada.
Se trata de una comedia sencilla pensada fundamentalmente para entretener. Es un montaje de pequeño formato, con una producción muy cuidada y un buen acabado.