Tu Clown, ese ser único

En ocasiones un actor no consigue hacer reír o no encuentra su comicidad porque está lleno de barreras que se lo impiden y de las que, muchas veces, no es consciente: el miedo al ridículo, a no hacer las cosas “bien”, a no gustar, el ser demasiado intelectual… En este taller trataremos de derribar esas barreras a través de la imaginación y el juego para construir un actor libre y polifacético. Veremos cómo no hay una manera “correcta” o “incorrecta”; existen sólo diferencias. Las diferencias son interesantes. Las diferencias son creativas.

Descripción

Si buscamos en el diccionario la palabra “clown” o “payaso”, lo más probable es que nos encontremos con unas definiciones que hagan muy poco apetecible embarcarse en un curso como éste (“Personaje estereotípico representado comúnmente con vestimentas extravagantes, maquillaje excesivo y pelucas llamativas”, “Artista de circo que hace de gracioso, con trajes, ademanes, dichos y gestos apropiados”, ”A veces se usa con sentido despectivo”). Nada más lejos de la realidad. El payaso es el niño que todos llevamos dentro, que no juzga ni se juzga, que no se censura y por lo tanto es libre para expresarse, que disfruta jugando y que quiere ser como los adultos, aunque no lo consiga. Es un ser genuino, cuya ingenuidad y estupidez le convierte en un ser maravilloso. Es esa parte ridícula que existe en todos nosotros. Cada clown es único, porque cada persona es única. Y al igual que nosotros, el clown está lleno de emociones por las que viaja y con las que conecta con el público a través de su transparencia y vulnerabilidad. Se convierte así en un provocador de emociones y, sobre todo, de risa. Para el clown la cuarta pared no existe, y a través de su locura, su imaginación y su gran mundo interior intentará lograr su principal objetivo: Ser amado por el público.

El curso

A través del juego, es como emprenderemos la búsqueda de nuestro clown. Lo que nos hace reír del clown no es sólo su torpeza o su imagen ridícula, es su tragedia. El clown siempre fracasará en su objetivo. Es entonces cuando, encajando su fracaso, ganará la carcajada del público. Para ello tenemos que buscar, aceptar y disfrutar con la parte más ridícula y estúpida de nosotros mismos. El punto de partida del trabajo será la esencia de cada uno, tomar conciencia de quién soy y qué transmito a los demás siendo yo mismo. De esta manera descubrimos cuáles son nuestros puntos fuertes y dónde apoyarnos a la hora de estar ante el público. Esta toma de conciencia convierte la técnica del clown en una fuente de herramientas para el actor, ya que se trabaja la sinceridad, la comunicación, la escucha, la presencia…, entre otras cosas, aplicables a cualquier otro estilo interpretativo.

Imparte el curso

Beatriz Maciá

Actriz, directora y pedagoga. Es licenciada en Arte Dramático, en la especialidad de Interpretación Musical, por la Escuela de Arte Dramático de Murcia. Amplía su formación teatral en diferentes disciplinas con profesionales como Isabel Úbeda, Carles Castillo, Norman Taylor, Andrés Lima, José Carlos Plaza… entre otros, especializándose en clown con maestros como Philippe Gaulier, Antón Valén, Eric de Bont, Jesús Jara, Gabriel Chamé, Alex Navarro y Caroline Dream.

Desde 2003 hasta hoy trabaja como actriz para numerosas compañías profesionales (La Ruta, Distrito Teatro, Lulo Producciones, El Hechizo, Teatro Silfo, Fábula, Teatro de la Entrega, Centro Escénico Pupaclown…) tanto en espectáculos infantiles como para adultos. Durante 4 años trabaja como clown para la Asoc. Pupaclown, Payasos de Hospital, en la Arrixaca de Murcia. En 2010 gana el V Concurso nacional de Clown Hijos de Augusto con el número de creación propia “Cosas que hacer” y en 2014 crea otro espectáculo en solitario: “R.I.P., canciones para un duelo”. Es co-fundadora del proyecto Teatro Pequeño, para el que ha escrito cuatro piezas teatrales y representado nueve.

Beatriz Maciá